Los berrinches

“Mi hijo grita sin importar el lugar cuando quiere algo”, “Mi hija me ha llegado a pegar cuando le digo que ya no puede jugar pues es hora de irnos a casa”, “Mi bebé se tira al suelo cuando se enoja”, etc. Estas son algunas de las frases más comunes que escuchamos los especialistas en consulta por parte de los padres preocupados por la conducta de sus hijos.

Estos comportamientos son identificados como los típicos berrinches o rabietas que manifiestan los niños debido a su poca tolerancia a la frustración y al escaso desarrollo de habilidades emocionales.

Pero también es importante mencionar que los berrinches son una etapa normal y necesaria en del desarrollo de todo individuo y que estos comportamientos dependen mucho de su temperamento, aunque sea a veces muy incómodo para los padres.

Esta etapa le permite al niño ir desarrollando tolerancia a la frustración, por lo tanto las rabietas deben ser vistas como una oportunidad de enseñarle al niño habilidades emocionales que le ayudarán en su adultez a ser una persona madura con capacidad para resolver los conflictos.    

Pero para poderle ayudar al menor a desarrollar sus habilidades emocionales, debemos comprender primero que un berrinche es una explosión emocional, que sirve para expresar emociones negativas de rabia o enfado. Emociones que en la etapa de la infancia se encuentran en proceso de regulación, es decir, el niño aún no comprende por qué experimenta estas sensaciones que le incomodan, pero no sabe cómo expresarlo en palabras.  Cuando el menor no tiene un apoyo firme o adecuado para comprender o manejar dicha emoción es cuando el niño lo canaliza mediante comportamientos no adecuados y que a veces llegan a poner en peligro la integridad física de él mismo o la de otras personas a su alrededor.  

Aquí te dejamos algunos consejos para aprender a manejar los berrinches con tu niño:

1.   Mantén la calma, sin importar lo que esté haciendo evita alterarte.

2.   Identifica lo que está sintiendo tu hijo y nómbralo. Es importante que el niño logre nombrar lo que está experimentando: tristeza, enojo, cansancio, aburrimiento, etc. 

3.   Valida la emoción, es importante que el niño sepa que lo que está sintiendo es válido, aunque no sea la forma correcta de expresarlo.

4.   Permite que llore o grite sin dejarlo solo y dile que cuando esté más tranquilo podrás ayudarle.

5.   Cuando se haya calmado, es importante que hables con él e indagues cuál fue la causa del berrinche para brindarle una solución alternativa.

6.   Siempre recuérdale a tu hijo que lo quieres sin importar la conducta, ya que debes fortalecer su autoestima y no señalarlo como bueno o malo por la conducta que realice.

Si te interesa aprender a manejar una disciplina emocional adecuada, contáctenos y formularemos un plan personalizado de acuerdo a las características de tu niño.

Por: Deisy Priego Rojas

Psicopedagoga